English Translation/Traducción al Inglés
When people think of chronic health issues, there may be many that come to mind—diabetes, asthma, heart disease—but obesity has become a significant issue in recent decades. Obesity has become a prominent health disparity in Latine communities in the United States with constantly increasing high obesity rates. Where obesity was once the disease of the rich, westernized countries, it has now steadily become the disease of minority groups. By understanding the problem at hand, solutions can be implemented to help mitigate the many adverse health effects.
Obesity is the excessive accumulation of fat with a body mass index of thirty and up. In March 2020, the prevalence of obesity in the US was 41.9%, which was an 11.4% increase from a previous study in 2000. With a prevalence of 41.9%, 132 millions of Americans are obese. When a person lives in a predominantly minority neighborhood, the availability of food access differs from their white counterpart. Low-income and minority neighborhoods are more likely to have easier access to convenience stores, which sell energy dense, highly-processed foods, and limited amounts of fresh food. On the other hand, white communities are more likely to have access to supermarkets, which carry nutritious food items that are priced at a lower cost than convenience stores. These barriers to healthy eating can contribute to health problems such as hypertension, heart disease, and diabetes. Hypertension and heart disease go hand in hand because when a person has uncontrolled blood pressure, it creates a strain on the heart. This heavier workload on the heart causes hypertrophy on the left ventricle, which leads to heart failure. In a study conducted by the Joslin Diabetes Center, they found that obese groups had higher plasma triglycerides and systolic blood pressure. The obese groups were also found to be more insulin resistant, which contributes to the development of type two diabetes. An astounding 300,000 deaths in the U.S have been attributed to being overweight and obese with obesity specifically accounting for 80% of these deaths.
The implementation of supermarkets in Latine neighborhoods has consistently shown that people eat healthier because there is an influx of accessible, affordable fresh food, which decreases obesity rates. Although there is an understanding that food deserts—areas that have little to no access to affordable nutritious food options—play a substantial role in a person’s nutrition, there are many instances where no action is being taken to help these communities. To initiate change, it is important to have more public/private initiatives and have tax incentives for grocery stores so that the stores can be built in these local communities.
Spanish Translation/Traducción al Español
Cuando la gente piensa en problemas de salud crónicos, es posible que le vengan a la mente muchos (diabetes, asma, enfermedades cardíacas), pero la obesidad se ha convertido en un problema importante en las últimas décadas. La obesidad se ha convertido en una disparidad de salud prominente en las comunidades latinas de los Estados Unidos con tasas de obesidad elevadas en constante aumento. Mientras que la obesidad alguna vez fue la enfermedad de los países ricos y occidentalizados, ahora se ha convertido en la enfermedad de los grupos minoritarios. Al comprender el problema en cuestión, se pueden implementar soluciones para ayudar a mitigar los numerosos efectos adversos para la salud.
La obesidad es la acumulación excesiva de grasa con un índice de masa corporal de treinta o más. En marzo de 2020, la prevalencia de la obesidad en EE. UU. era 41,9 %, lo que supuso un aumento del 11,4 % con respecto a un estudio del año 2000. Con una prevalencia del 41,9%, 132 millones de estadounidenses son obesos. Cuando una persona vive en un vecindario predominantemente minoritario, la disponibilidad de acceso a los alimentos difiere de la de su contraparte blanca. Los vecindarios de bajos ingresos y de minorías tienen más probabilidades de tener un acceso más fácil a las tiendas de conveniencia, que venden alimentos altamente procesados y ricos en energía y cantidades limitadas de alimentos frescos. Por otro lado, las comunidades blancas tienen más probabilidades de tener acceso a supermercados, que venden alimentos nutritivos a un precio más bajo que las tiendas de conveniencia. Estas barreras para una alimentación saludable pueden contribuir a problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardíacas y diabetes. La hipertensión y las enfermedades cardíacas van de la mano porque cuando una persona tiene la presión arterial descontrolada, se crea una tensión en el corazón. Esta mayor carga de trabajo sobre el corazón provoca hipertrofia en el ventrículo izquierdo, lo que conduce a insuficiencia cardíaca. En un estudio realizado por el Centro de Diabetes Joslin, descubrieron que los grupos obesos tenían triglicéridos plasmáticos y presión arterial sistólica más alta. También se encontró que los grupos obesos eran más resistentes a la insulina, lo que contribuye al desarrollo de diabetes tipo dos. La asombrosa cantidad de 300.000 muertes en los EE. UU. se han atribuido al sobrepeso y la obesidad, y la obesidad representa específicamente el 80% de estas muertes.
La implementación de supermercados en las comunidades latinas ha demostrado consistentemente que la gente come más saludablemente porque hay una afluencia de alimentos frescos y asequibles, lo que disminuye las tasas de obesidad. Aunque se entiende que los desiertos alimentarios (zonas con escaso o nulo acceso a opciones alimenticias nutritivas y asequibles) desempeñan un papel importante en la nutrición de una persona, hay muchos casos en los que no se toman medidas para ayudar a estas comunidades. Para iniciar el cambio, es importante tener más iniciativas públicas/privadas y tener incentivos fiscales para las tiendas de comestibles, de modo que puedan construirse en estas comunidades locales.